Domingo 21 Junio 1981
La carrera más gloriosa del circuito del Jarama
El 21 de junio de 1981 el circuito del Jarama fue escenario de su última carrera de Fórmula 1. Y no fue una competición cualquiera, sino una de las más emocionantes de la historia. El vencedor fue Gilles Villeneuve (Ferrari), por delante de Jacques Laffite, John Watson, Reutemann y De Angelis… Todos ellos en 1,24 segundos.
Han pasado 30 años de aquello, pero algunos de los que presenciamos esa carrera, aunque entonces fuéramos casi unos niños, lo recordaremos toda nuestra vida.
El Gran Premio de España fue la séptima prueba de la temporada 1981. Un año antes, el enfrentamiento entre la FOCA (Formula One Constructors Association), liderada por Bernie Ecclestone, y la Federación Internacional del deporte Automovilismo (FISA), presidida por el francés Jean Marie Balestre, provocó que el GP español no fuera puntuable.
La no participación de los equipos Ferrari, Renault y Alfa Romeo al declarar Balestre la prueba madrileña nula, no impidió que esta carrera se celebrara, con victoria de Alan Jones (escudería Williams). Sin embargo, este Gran Premio no fue puntuable para el Mundial..
En 1981 el equipo Ferrari estrenaba un nuevo monoplaza, el 126 CK, el primer modelo de la era turbo de la firma italiana. Este coche sustituía al 312 T5, el último de la extirpe T, que con su motor de 12 cilindros opuestos tan solo obtuvo tres quintas posiciones como mejor resultado en 1980. Nada que ver con el victorioso T4 con el que Jody Scheckter conquistó el título mundial de 1979. El equipo de Enzo Ferrari se estaba centrando en el desarrollo del nuevo monoplaza equipado con un motor V6 turbo de 1,6 litros de cilindrada. Precisamente este coche debutó en manos de Gilles Villeneuve en el Gran Premio de Italia.
Ganador en Mónaco
El Ferrari 126 CK llegó a España para disputar el Gran Premio de nuestro país con un halo de monoplaza ganador, no en vano 20 días antes Gilles Villeneuve había logrado la primera victoria de este modelo en el tortuoso circuito de Mónaco. El canadiense, que logró la segunda posición de la parrilla, se benefició del abandono de Piquet por accidente cuando era presionado por Jones, y posteriormente vio como el de Williams cedía terreno debido a fallos eléctricos en su monoplaza. Así, el Ferrari 126 CK se puso en cabeza para lograr su primer triunfo en su sexta carrera en competición. Además, una victoria lograda en un trazado muy poco favorable para una mecánica turbo, en la que la entrega de potencia se realizaba de una manera muy brusca y con cierto retraso. Pero Villeneuve, el legendario piloto de Ferrari, era mucho Villeneuve.
El Rey, testigo de excepción
Su Majestad don Juan Carlos I fue un año más el invitado más especial de todo el Gran Premio. Llegó hasta el paddock del Circuito del Jarama a bordo de un gran helicóptero, que permaneció aparcado allí durante toda la carrera.
En la sesión de calificación, Jacques Laffitte (Ligier-Matra) había marcado el mejor tiempo, 1.13.754. A su lado estaba Alan Jones (Williams) y por detrás, Reutemann (Williams) y Watson (McLaren). Villeneuve había logrado la séptima posición de la parrilla con un tiempo de 1.14.987.
La carrera se desarrolló bajo un intenso calor. En la arrancada, Laffite se retrasó y Jones se colocó en cabeza, seguido de su compañero de equipo en Williams, Reutemann. Villeneuve, autor de una gran salida, se había colocado tercero. Tan solo hubo que esperar una vuelta para que Villeneuve, tras superar a Reutemann, alcanzara la segunda posición.
Lo cierto es que la cabalgada del piloto de Ferrari hacia el liderato se puso muy fácil cuando Jones cometió un error y trompeó en la vuelta 14, justo cuando se disponía a doblar al último clasificado, el chileno Eliseo Salazar. En esta fase de la carrera Villeneuve puso pies en polvorosa y consiguió cierta diferencia sobre el resto, un grupo de pilotos formado por Reutemann, Watson y De Angelis. Entre ellos se estableció una pugna impresionante por la segunda posición. Reutemann fue el más peligroso para el liderato de Villeneuve en un primer momento, pero el Williams no llegaba a alcanzar la velocidad punta del Ferrari turbo de Villeneuve.
Así de apretada estaba la carrera cuando Laffite, con su Talbot Ligier, fue remontando posiciones hasta colocarse a espaldas de Villeneuve, el único al que el francés no pudo superar.
Final de infarto
Las 20 últimas vueltas, en las que los neumáticos del Ferrari de Villeneuve desfallecieron por la brutal entrega de potencia de su motor y su conducción espectacular, fueron todo un lujo para los 70.000 espectadores que vieron el Gran Premio en directo.
Villeneuve aguantó los ataques de Laffite gracias a su soberbio pilotaje. Además, el motor turbo de su Ferrari le otorgaba una mayor velocidad punta que sus rivales en la recta del Circuito del Jarama, al alcanzar los 285 kilómetros por hora.
Al final de la carrera los cinco primeros clasificados, Gilles Villeneuve, Jacqes Laffite, John Watson, Carlos Reutemann y Elio de Angelis cruzaron la meta en un pañuelo de tan solo un segundo. Gilles llegó prácticamente agotado al parque cerrado y Laffite tuvo que ser sacado de su monoplaza por sus mecánicos y ser reanimado antes de la ceremonia del pódium, en la que estuvieron presentes los Reyes de España.
Tras este Gran Premio, Reutemann seguía al frente del Mundial, con Jones, Piquez y Lafitte a sus espaldas. Finalmente sería Piquet quien lograría el título Mundial de 1981, en la última carrera, el GP de Las Vegas en Estados Unidos, donde se lo jugó frente a Reutemann y Laffite.
La de Madrid fue la sexta victoria de Gilles Villeneuve en la F1. En realidad fue su último triunfo, puesto que falleció un año después en los entrenamientos del GP de Bélgica en el circuito de Zolder. Una tragedia que convirtió la carrera del Jarama de 1981 en una auténtica leyenda. El apellido Villeneuve volvió a estar ligado a la Fórmula 1 15 años después, ya que el hijo de Gilles, Jacques, debutó en la máxima categoría en 1996 en el equipo Williams tras imponerse en la Champ CAR (Fórmula Indy en 1995 y ganar las 500 Millas de Indianápolis).
Sin llegar a convertirse en el mito que fue su padre, Jacques sí que logró el título Mundial, fue en 1997, y en lucha con un piloto de Ferrari, Michael Schumacher..
Hay que recordar que las competiciones de Fórmula 1 en el Jarama fue la culminación del RACE a su decisión tomada en la década de los 60 de construir el que sería primer circuito permanente en nuestro país en la era moderna. Su entonces presidente, José María de Areilza, y el secretario del club, Jesús Sáiz, fueron sus principales impulsores.
El primero de España
El holandés John Hugenholtz, también creador de los de Suzuka y Zandvoort, fue el encargado de diseñar el trazado, aunque después no se involucraría mucho en su construcción. Hugenholtz vino a nuestro país y visitó las 46 hectáreas reservadas para el circuito, a las que calificó como ideales para este proyecto.
Una comisión de obras dirigida por Manuel Falcó se encargó de la realización de las mismas, contando con Sandro Rocci como ingeniero, quien fue el verdadero artífice del circuito. Los arquitectos Rodríguez Riveiro y Domínguez Aguado fueron los encargados de construir las tribunas y los boxes.
Los primeros trabajos de explanación pudieron llevarse a cabo a lo largo de 1964. La pista tenía una longitud real de 3.432 metros, aunque lo homologado por la FIA fue de 3.404 metros, correspondiendo esta medición al trazado que realizaban los coches en la carrera.
A pesar de que las importantes lluvias caídas durante el invierno de 1965 y la primavera del año siguiente retrasaron el ritmo normal de las obras, en los últimos días de 1966 tuvo lugar una primera toma de contacto de los deportistas españoles con el nuevo circuito.
El estreno se celebró el día 18 de diciembre de 1966 con los diferentes edificios como la torre de control y los boxes aún sin concluir, y la pista recién asfaltada y flanqueada en algunas zonas por dos taludes, al estar aún sin terminar los arcenes. En esta carrera se convocó a casi todo el que en aquellos días tenía un coche de carreras, que en nuestro país y ante la inexistencia de circuitos, eran la mayoría procedentes de los rallys o la montaña.
Juan Fernández, con un Porsche 911, fue el primer ganador, después de que Alex Soler Roig, con idéntico coche, perdiese la primera posición al hacer un trompo. Este estreno fue en realidad un ensayo general con el que el RACE fue preparando todo para la inauguración oficial, que sería en el verano de 1967.
Después de más de 40 años, la pista, remodelada y alargada en los años 90, continúa albergando múltiples actividades, en una muestra más del empeño del RACE por mantener esa importante labor de difusión de este deporte.
La Fórmula 1 en el Jarama: Hill, el primer ganador
El primer Gran Premio en el Circuito del Jarama se disputó en mayo de 1968, siendo Graham Hill el vencedor, conduciendo un Lotus 49, imponiéndose a nombres como Chris Amon, que había marcado la pole con su Ferrari 312, Pedro Rodríguez con el BRM P133, o Denis Hulme, que conducía un McLaren M7A. En realidad, la primera carrera de la categoría, aunque no puntuable para el campeonato, se celebró a finales de 1967, y tuvo a Jim Clark como ganador, pilotando también un Lotus. El británico fallecería el año siguiente en un accidente, pocas fechas antes de la celebración del primer gran premio en el Jarama, constituyendo la victoria de Hill un homenaje a su compañero y a todo el equipo, que atravesaba unos duros momentos tras la irreparable pérdida.
Durante varios años el Jarama fue el escenario del Gran Premio de España de Fórmula 1, alternándose durante un periodo con el trazado urbano de Montjuich. El grave accidente sufrido en el circuito barcelonés por Rolf Stomelen en 1975, sentenció el atractivo pero peligroso circuito, quedando el Jarama como escenario único para la Fórmula 1 en nuestro país.
Nombres ilustres como los de Jackie Stewart, Emerson Fittipaldi, Niki Lauda, Mario Andretti por dos veces, James Hunt y Patrick Depailler completan el palmarés de ganadores en la década de los 70.
Alan Jones fue el más rápido en la carrera disputada en 1980, que no puntuó para el campeonato. Gilles Villeneuve, se impuso en el Gran Premio de 1981, que sería el último celebrado. Precedió en la clasificación al Ligier JS17 que pilotaba Jacques Laffite y al Mac Laren MP4 de John Watson. El canadiense, al volante de un Ferrari 126, cierra el palmarés de la máxima categoría en el circuito madrileño. Lotus, con cuatro victorias, es el fabricante que más triunfos consiguió, quedando Ferrari, con dos triunfos, en segunda posición entre los constructores.
Palmarés GP de España en el Jarama |
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